Cómo ayudar al bebé a encontrar el pulgar
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Alisa Baer, MD, es pediatra titulada, instructora de seguridad infantil certificada a nivel nacional y cofundadora de The Car Seat Lady. En sus 21 años en este campo, la Dra. Baer ha sido consultora de muchos de los principales fabricantes de sillas de coche en el diseño y desarrollo de sus asientos.
Chupar es uno de los reflejos más primitivos que tiene el ser humano. Muchos bebés y niños pequeños utilizan la succión no sólo como medio para obtener alimento, sino también para reconfortarse. La succión no nutritiva, como chupar del pecho al final de una toma o de un dedo, pulgar o chupete, es un comportamiento normal en los bebés y niños pequeños.
En una revisión de la evidencia publicada en 2016 en la revista Pediatrics, los autores citaron múltiples estudios sobre el efecto protector de los chupetes. Según estos estudios, los chupetes podrían reducir el SMSL hasta en un 90%.
¿A qué edad encuentran el pulgar los bebés?
Si le preocupa que su bebé se chupe el dedo, no se preocupe. Chupar es un reflejo normal en los bebés y chuparse el dedo es una actividad habitual entre los lactantes y los niños pequeños. De hecho, algunos bebés se llevan el pulgar a la boca incluso antes de nacer. Chuparse el dedo, también conocido como succión no nutritiva (succión que no se relaciona con la nutrición ni la proporciona), tiene varios beneficios:
Para la mayoría de los niños, la necesidad de chuparse el dedo disminuye a medida que crecen. Sin embargo, para algunos se convierte en un hábito y continúa después de los primeros años de vida, sobre todo cuando necesitan calmarse o dormirse. La mayoría de los niños abandonan el hábito por sí solos entre los 2 y los 4 años. En el caso de los niños mayores que siguen haciéndolo, la presión de sus compañeros suele motivarles a dejar el hábito cuando empiezan a ir al colegio.
Chuparse el dedo habitualmente es duro para la piel del pulgar y aumenta el riesgo de problemas como la formación de callos o grietas en la piel del dedo chupado. Chuparse el dedo de forma prolongada también puede afectar a la alineación de los dientes, contraer el maxilar superior y abrir la mordida, lo que provoca un espacio entre los dientes anteriores superiores e inferiores. Los efectos dentales están relacionados con la frecuencia, intensidad y duración del hábito. Estos cambios son temporales y es poco probable que tengan efectos a largo plazo si se abandona el hábito antes de los 3 ó 4 años de edad.
Reflejo de Moro durante el sueño
Chuparse el dedo es frecuente en los bebés, y a menudo comienza antes del nacimiento. En la mayoría de los casos, los bebés y los niños pequeños dejan de chuparse el dedo por sí solos. Sin embargo, chuparse el dedo puede causar problemas en el desarrollo de los dientes y mandíbulas de los niños si continúa mientras salen los dientes adultos.
En su primer año, hasta 1 de cada 3 bebés se chupan el dedo. Chuparse el dedo es un reflejo natural de los recién nacidos que les ayuda a alimentarse. En algunos bebés y niños, este reflejo puede convertirse en succión del pulgar o de otros dedos, que es un comportamiento normal y reconfortante para los niños pequeños. Puede ayudarles a tranquilizarse, a sentirse seguros y a conciliar el sueño.
Muchos niños que se chupan el dedo llegan a tener dientes normales. Que chuparse el dedo cause o no problemas depende del desarrollo del crecimiento del niño, de la frecuencia con que se chupe el dedo, del ángulo del pulgar en la boca y de la fuerza con que chupe.
Recuerde que la mayoría de los niños dejan de chuparse el dedo solos a los 4 años. Otros dejarán de hacerlo cuando vayan al colegio y descubran que los demás niños no se chupan el dedo.
Mi bebe de 3 meses se chupa el dedo del momento
Chuparse el dedo: ayude a su hijo a abandonar el hábitoChuparse el dedo puede ser un hábito difícil de abandonar para un niño. Sepa qué puede hacer para ayudar a su hijo a dejar de chuparse el dedo.Por el personal de Mayo Clinic
Los bebés tienen reflejos naturales de enraizamiento y succión, lo que puede hacer que se lleven los pulgares o los dedos a la boca, a veces incluso antes de nacer. Como chuparse el dedo les hace sentirse seguros, algunos bebés acaban desarrollando el hábito de chuparse el dedo cuando necesitan tranquilizarse o dormirse.
Chuparse el dedo no suele ser un problema hasta que al niño le salen los dientes permanentes. En ese momento, chuparse el dedo puede empezar a afectar al paladar o a la alineación de los dientes. El riesgo de problemas dentales depende de la frecuencia, duración e intensidad con que el niño se chupe el dedo.
A veces, basta con no prestarle atención para que deje de chuparse el dedo, sobre todo si lo hace para llamar la atención. Si ignorarlo no resulta eficaz, prueba una de estas técnicas: