Síntomas de las alergias estacionales en los bebés
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Han cambiado muchas cosas en lo que se refiere al cuidado de los bebés, incluida la forma de alimentarlos. Antes se decía a los padres que esperaran a que su hijo cumpliera 3 años para darle alimentos a los que muchas personas son alérgicas, como los cacahuetes. Ahora ya no.
Jill Madison, MS, RD, dietista clínica del Children’s Hospital Los Angeles, y Jonathan Tam, MD, director médico del Gores Family Allergy Center del Children’s Hospital Los Angeles, ofrecen estos consejos para alimentar a su pequeño.
Es probable que tu bebé esté preparado para empezar a comer cuando controle bien la cabeza, pueda sentarse sin ayuda y muestre interés por los alimentos, dice Madison. En la revisión del bebé a los 4 meses, el pediatra te dirá si ha llegado el momento de introducir los sólidos. Esto significa darle al bebé un alimento de un solo elemento, como zanahorias al vapor, no una combinación de alimentos, como zanahorias al vapor mezcladas con patatas.
“Históricamente, hemos empezado con purés. Ahora sabemos que se puede dar a un bebé un alimento entero siempre que sea lo bastante blando para masticarlo, como una rodaja de melocotón maduro”, dice Madison. Para evitar atragantamientos, hay que asegurarse de que los trozos de comida no sean redondos y duros, y que se puedan aplastar con un tenedor.
¿Cómo se hacen las pruebas de alergia a un bebé?
Prueba de punción cutánea: Durante esta prueba, se colocan en la piel de su hijo pequeñas cantidades de sustancias a las que puede ser alérgico. Normalmente, las sustancias se colocan en el antebrazo o en la espalda. A continuación, se rasca o pincha la piel. Se comprueba si la piel reacciona en determinados momentos.
¿A qué edad empiezan los bebés a mostrar alergias?
Las alergias estacionales, como las causadas por el polen de los árboles, la hierba y la ambrosía, suelen ser poco frecuentes en los bebés. Por eso, los niños suelen empezar a mostrar signos de alergia estacional cuando empiezan a caminar, normalmente entre los 2 y los 3 años.
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Las alergias estacionales se denominan a veces “fiebre del heno” o rinitis alérgica estacional. Estos síntomas de alergia se producen en determinadas épocas del año, normalmente cuando los árboles, las gramíneas y las malas hierbas liberan diminutas partículas de polen en el aire para fertilizar otras plantas.
El sistema inmunitario de las personas alérgicas al polen trata estas partículas (denominadas alérgenos) como invasores y libera sustancias químicas, incluida la histamina, en el torrente sanguíneo para defenderse de ellas. La liberación de estas sustancias químicas es lo que provoca los síntomas de la alergia.
Las personas pueden ser alérgicas a uno o varios tipos de polen. El tipo al que se es alérgico determina cuándo se producen los síntomas. Por ejemplo, en los estados del Atlántico medio, el polen de los árboles es más abundante de febrero a junio, el de las gramíneas de mayo a agosto y el de las malas hierbas de julio a octubre.
Incluso los niños que nunca han tenido alergias estacionales pueden desarrollarlas. Las alergias estacionales pueden empezar casi a cualquier edad, aunque no suelen aparecer antes de los 2 años. La mayoría de las personas con alergias estacionales las desarrollan a los 20 años.
¿Pueden los lactantes tener alergias estacionales?
Las alergias estacionales suelen estar causadas por el polen de malas hierbas, gramíneas y árboles. En realidad, este tipo de alergias son muy poco frecuentes en los bebés, y no suelen aparecer hasta que los niños tienen 2 ó 3 años, como muy pronto. “Las alergias se desarrollan tras una exposición acumulativa a un alérgeno”, explica la doctora Anne Miranowski, alergóloga pediátrica de Fairfax (Virginia). “Un bebé no pasa suficiente tiempo al aire libre para desarrollar una reacción al polen de los árboles, la hierba o la ambrosía”.
Sin embargo, una vez que el pequeño se convierte en un niño pequeño, las alergias pueden entrar en acción. El riesgo aumenta si mamá o papá también son alérgicos. Pero el desencadenante puede ser completamente distinto: si tú eres alérgico al polen, tu hijo puede reaccionar a los gatos. Pero aunque a ti y a tu pareja no os pique ni estornudéis nunca, tu hijo no está necesariamente a salvo.
Las alergias infantiles van en aumento, y muchos niños no tienen antecedentes familiares. Algunos expertos creen que nuestro estilo de vida superlimpio y ultrahigiénico tiene algo que ver. Según esta teoría, si los niños viven en una burbuja casi libre de gérmenes, su sistema inmunitario luchará contra otros invasores, como el polen o las partículas domésticas.
Signos de alergia en los recién nacidos
Se habla de alergia alimentaria cuando el sistema inmunitario del organismo reacciona ante un alimento como si fuera tóxico provocando síntomas. La mayoría de las veces, una reacción alérgica puede causar síntomas leves o moderados (erupción cutánea o dolor de barriga), pero en raras ocasiones puede provocar una reacción grave denominada anafilaxia. Si un niño reacciona a un determinado alimento de la misma manera cada vez que lo come, es probable que tenga una alergia a ese alimento. Las alergias alimentarias más comunes son a: En Nueva Zelanda, estos ingredientes tienen que figurar en las etiquetas de los alimentos, aunque el producto sólo los contenga en cantidades muy pequeñas.
Los bebés con eccema también tienen más probabilidades de desarrollar una alergia alimentaria. La mayoría de los niños superan la alergia con la edad, pero algunos tardan años en hacerlo. Los síntomas pueden ser de leves a graves, comenzar rápidamente o ser graduales o retardados.
Si cree que su bebé tiene una alergia alimentaria, acuda a su médico de cabecera para que le aconseje. Si los síntomas aparecen en pocos minutos cada vez que tu hijo come un alimento concreto, es fácil identificar qué alimento está causando la reacción. Pero si no se conoce la causa, es posible que su hijo tenga que acudir a un especialista en alergias para que le haga una punción cutánea o un análisis de sangre para identificar qué alimentos le provocan la reacción.