Datos sobre el bebé
Cuando tienes un bebé, hay muchos sonidos que no te cansas de oír, como esos adorables chillidos, arrullos y gruñidos. Pero si tu bebé tiene la nariz taponada y parece que le cuesta respirar, hasta el padre más experimentado puede preocuparse.
Una forma de añadir humedad es con un humidificador. Coloca un humidificador de vapor frío en la habitación del bebé, cerca de la cuna, pero fuera de su alcance. Límpialo y sécalo con regularidad para evitar que crezcan bacterias o moho en su interior.
“A veces es difícil saber si un recién nacido está enfermo”, dice el Dr. Danan. “Un simple resfriado puede convertirse en algo más grave, como crup o neumonía. Si a tu bebé le cuesta respirar o parece que respira con rapidez, ponte en contacto con tu pediatra enseguida.”
Asfixia del bebé
Como madre primeriza, puede que te sorprenda saber que la nariz de tu bebé puede parecer que gotea y está pegajosa -quizás incluso costrosa- la mayor parte del tiempo. Hablando desde mi propia experiencia personal, recuerdo perfectamente perseguir a mis bebés con pañuelos de papel porque parecían tener la nariz eternamente moqueante.
De vez en cuando, mis bebés me deslumbraban con un enorme estornudo y una burbuja gigante de mocos o una gran carcajada que provocaba una explosión de mocos. En retrospectiva, estoy segura de que no estuvieron moqueando sin parar durante dos años, pero en aquel momento lo parecía.
Los mocos son una faceta más de la maternidad. La mayoría de las mamás estaremos de acuerdo en que todas hemos pasado por ello. Aunque parezca que no es para tanto, los mocos pueden ser sorprendentemente molestos. A veces los bebés no duermen bien y no comen tan bien con la nariz taponada. Como resultado, tienden a ponerse de mal humor e irritables. Incluso con los pañuelos más suaves y delicados o el aspirador nasal más mono, parece que no se puede evitar la irritación de la piel, y limpiar una nariz delicada es aún más problemático.
Congestión nasal del bebé
La mayoría de las autoridades médicas desaconsejan el uso de remedios sin receta para la tos y el resfriado cuando se trata de bebés menores de dos años. Por este motivo, cada vez más padres buscan terapias naturales para ayudar a sus bebés a lidiar con la congestión nasal y la obstrucción de los senos paranasales.
La congestión de los conductos nasales puede ser muy incómoda para los bebés y esto suele preocupar a muchos padres. La congestión nasal suele deberse a la inflamación del revestimiento de las fosas nasales. Lo más angustioso de esta congestión es que suele provocar dolores de cabeza o dificultades para respirar por la nariz. A veces también provoca estornudos o tos, todo lo cual puede ser inquietante, sobre todo para los recién nacidos. Es importante señalar que la congestión también puede estar causada por alergias, resfriados comunes y otras enfermedades, por lo que los padres deben ser conscientes de estos hechos y estar preparados para buscar la ayuda de profesionales médicos autorizados que les ayuden a encontrar las soluciones más adecuadas para sus casos específicos.
Cómo prepararse para un bebé
Uno de los ritos de iniciación a la paternidad es limpiar la nariz del bebé por primera vez. Puede dar miedo y a menudo hay que llorar. Pero no te preocupes, será más fácil. Esperamos que estos remedios caseros y naturales te ayuden a que la experiencia sea menos estresante y a despejar la nariz de tu bebé como una profesional.
Aparte de los signos evidentes de resfriado o infección, si tu bebé resopla, respira ruidosamente, tiene dificultades para alimentarse o está muy irritable, podría deberse a que tiene la nariz taponada. Otra señal de que tu bebé está congestionado es que respire por la boca.
Si tu bebé está muy congestionado y tiene problemas para respirar, puede ser un poco preocupante, sobre todo a la hora de dormir y comer. A continuación te indicamos algunas formas naturales de ayudar a despejar la nariz de tu bebé para que ambos os aliviéis.
Intenta inclinar la cabeza del bebé hacia atrás y rociarle o echarle un par de gotas dentro de la nariz. A continuación, colócalo boca abajo o de lado para que drene la mucosidad. Ten a mano un pañuelo suave para limpiarle la nariz.