Ptosis congénita.
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Los ojos de su hijo son una maravillosa ventana a su personalidad, estado de ánimo y emociones. Con una sola mirada, pueden comunicar alegría, infelicidad, curiosidad, comodidad, dolor y casi todo lo demás.
Aunque la ptosis suele ser lo suficientemente leve como para no interferir en la visión normal, la ptosis de moderada a grave puede dificultar la capacidad de contacto visual de su hijo, obstruir su vista, restringir su desarrollo ocular y provocar complicaciones no deseadas como la ambliopía (ojo vago).
La ptosis pediátrica es una afección de larga duración que hace que el párpado superior del niño esté más caído de lo normal. También conocida como blefaroptosis o párpado caído, este problema puede estar presente desde el nacimiento, desarrollarse durante la infancia o surgir en la niñez.
La ptosis leve suele ser más fácil de diagnosticar cuando sólo aparece en un párpado, ya que el ojo afectado tiene un aspecto notablemente diferente del ojo no afectado. Cuando la ptosis leve afecta a ambos párpados, la afección puede ser menos evidente.
Sin embargo, la ptosis pediátrica no siempre es leve. Los casos de moderados a graves pueden provocar una caída excesiva de los párpados que deja la mayor parte del iris superior, así como una parte importante de la pupila, perpetuamente cubierta.
El bebé se despertó con un ojo más pequeño
Ptosis es el término médico que designa la caída del párpado superior. Si un bebé nace con este tipo de caída, se conoce como ptosis congénita, que es la anomalía más común del párpado. “Todos los bebés tienen un poco de asimetría facial, incluidos los párpados, probablemente por la forma en que se encuentran en el útero”, explica la doctora Jane Edmond, neurooftalmóloga pediátrica del Texas Children’s Hospital y del Baylor College of Medicine, y portavoz clínica de la Academia Americana de Oftalmología. “La mayoría de estas asimetrías menores se corrigen solas en los primeros meses de vida. Pero si vemos una caída significativa del párpado al nacer y no cambia con el tiempo, sabemos que se trata de una ptosis congénita.”
La ptosis puede producirse en uno o en ambos párpados; la caída puede bloquear parcial o incluso totalmente la visión de un ojo afectado. La ptosis suele ir acompañada de astigmatismo, ya que el párpado descansa en una posición inusual sobre la córnea. Si no se trata, la ptosis puede provocar ambliopía, sobre todo si el párpado cae lo suficiente como para bloquear la visión.
El bebé cierra un ojo cuando se alimenta
El párpado caído también se denomina ptosis o blefaroptosis. En esta afección, el borde del párpado superior cae a una posición más baja de lo normal. En casos graves, el párpado caído puede cubrir toda o parte de la pupila e interferir en la visión.
La ptosis puede afectar a uno o a ambos ojos. Puede estar presente al nacer (ptosis congénita) o desarrollarse gradualmente durante décadas. A veces, la ptosis es un problema aislado que cambia la apariencia de una persona sin afectar a su visión o a su salud. En otros casos, sin embargo, puede ser una señal de advertencia de que una enfermedad más grave está afectando a los músculos, los nervios, el cerebro o la cuenca del ojo. La ptosis que se desarrolla durante un periodo de días u horas es más probable que signifique un problema médico grave.
Los médicos evalúan la gravedad de la caída de los párpados tomando medidas precisas del párpado y de la apertura del ojo. Usted mismo puede detectar el problema mirando al frente en un espejo. Al mirarse el ojo, una parte considerable del iris (el círculo de color del ojo) debe ser visible por encima de la pupila, y ninguna parte de la pupila debe quedar cubierta por el párpado.
Ptosis del bebé
La ptosis es el término médico que designa la caída del párpado superior. Si un bebé nace con este tipo de caída, se conoce como ptosis congénita, que es la anomalía más común del párpado. “Todos los bebés tienen un poco de asimetría facial, incluidos los párpados, probablemente por la forma en que se encuentran en el útero”, explica la doctora Jane Edmond, neurooftalmóloga pediátrica del Texas Children’s Hospital y del Baylor College of Medicine, y portavoz clínica de la Academia Americana de Oftalmología. “La mayoría de estas asimetrías menores se corrigen solas en los primeros meses de vida. Pero si vemos una caída significativa del párpado al nacer y no cambia con el tiempo, sabemos que se trata de una ptosis congénita.”
La ptosis puede producirse en uno o en ambos párpados; la caída puede bloquear parcial o incluso totalmente la visión de un ojo afectado. La ptosis suele ir acompañada de astigmatismo, ya que el párpado descansa en una posición inusual sobre la córnea. Si no se trata, la ptosis puede provocar ambliopía, sobre todo si el párpado cae lo suficiente como para bloquear la visión.